Al final de 2009, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), habrá 100,000 pobres nuevos.
Y otros 70,000 que a raíz de la pérdida del empleo podrían volver a caer en esta categoría. Los anteriores se sumarán a los cerca de 130,000 hondureños que ya viven en extrema pobreza.
Con eso, el panorama para 2010 no pinta halagador, con cerca de 300,000 personas en niveles de pobreza extrema.
Esta situación pone en riesgo algunos de los avances que se han tenido en reducción de pobreza extrema, destaca el estudio sobre los impactos económicos y sociales de la recesión mundial en Honduras, presentado ayer por PNUD.
Para Thomas Otter, consultor de del PNUD, aparte de tomar medidas que sostienen el crecimiento, también hay que tomar las de protección social para ayudar a las personas que están afectadas por la pérdida de empleos.
“El efecto de los pobres empobrecidos es incluso mayor que los efectos de las personas no pobres que caerán en la pobreza”, estima Otter.
Actualmente, uno de los sectores que están en crisis es la maquila, que es un empleador muy fuerte en Honduras.
“Eso significa que la característica principal de esta crisis será un aumento bastante fuerte de desempleo”, subrayó Igor Paunovic, represente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
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